martes, 2 de febrero de 2010

CRÓNICAS PORTEÑAS


BLUES

Cae la noche sobre el hangar. Como una llovizna violeta sobre un viejo palacio abandonado por los reyes.
Cerca del puente titila, amarillenta, la lámpara mortecina de un farol oxidado. Historias de madrugadas desprenden su aroma de naranjas en la hoguera de recuerdos.
Junto al muelle duermen los restos de un barco hundido en el olvido.
El río, amarronado, casi siniestro, disuelve en su misterio destellos de tormenta.
¿Cuántas ilusiones habrá devorado su garganta de barro inexplorada?
Bajo el puente el fuego rojizo convoca soledades callejeras regadas en alcohol.
Hierro, madera y vidrios rotos.
La grúa susurra melodías de cemento gris.
Hay clima de húmeda tristeza. Frío de insomnio. Sonido de blues.
REMO

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