jueves, 5 de enero de 2012

VINCENT VAN GOGH



VINCENT VAN GOGH

Una imagen se desplaza inquieta. Juega ante la mirada adolescente.
Con primaveras que danzan locamente haciendo pie en un hilo muy delgado. Imperceptible.
Hay mucho sentimiento vestido con pétalos de suspiros y recuerdos.
¿Qué ritual podrá acaso impedir la confesión de fantasmas…? Masacrando la ingenuidad con su presencia incontrolable. Desbloqueada la creación de su destierro la obra no se detiene y envuelve la memoria con su belleza mágica. De atardeceres y flores. De noches estrelladas. De rostros que hablan verdades y frases tiernas. De tristezas ocultas y frutas deliciosas.
¿Adónde habrá de descansar el padre de los paisajes naturales ?
La daga de un sufrimiento interno, inexplicable, perfora la tela de brillos nunca vistos. Desata angustias y tempestades. Es hora de volver a casa. Basta ya de palabras innecesarias.
La mañana se colorea lentamente. Con pinceladas de música que exprese como una caricia esta nostalgia acunada en el corazón.

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